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LLegas demasiado tarde, quizás con muchas lágrimas de retraso y par de horas de sueño pérdidas. Además, llegas en el momento equivocado, en el que todo parecía estar perfecto, en el que realmente era feliz. Parece que estás destinado a arruinarme la vida, pero solo lo parece. Si me paro a pensar, vienes a hacerme un favor y aunque digan que el pasado es mejor olvidarlo, este también influye en el presente, así que lo mejor, es cerrarlo bien, atar bien todos los cabos para que nada pueda volver a florecer. Ya tu me entiendes. Sé que ahora es diferente, no volvería contigo (creo que tú tampoco conmigo) así que nuestras intenciones son distintas y aunque pocos me entiendan, debo hacerlo para quitarme un muerto de encima, para salir adelante, para hacer que mi vida vuelva a su sitio.
Por otra parte, no sabes la tristeza que me da, tener que decir, que ya era tarde, que realmente tú no vales la pena para mi, que perdí un año de mi vida y que lo bonito, lo bonito comienza ahora y no de tu mano porque tú ya perdiste tu oportunidad, eso, eso tenlo muy pero que muy claro.