Y me dice la gente que deje de pensar en ti.
Tal vez yo no sea tu hombre ideal, ni tu mi mujer, pero igual engánchate conmigo...
Y aunque alguien me advirtió, nunca dije que no, y ahora tengo que esconder las heridas.
Brindo por el momento en que tu y yo nos conocimos y por los corazones que se han roto en el camino.